dissabte, 2 de maig del 2015

¡VALENCIANOS! (discurso final campaña. Mayo 2015)

             


             
 ¡VALENCIANOS! (discurso final campaña. Mayo 2015)

(Melodía del partido. Todos en pié. Aspavientos de emoción, aplausos. Entrada del líder brazos en alto, moral de vencedor. Se debe transmitir seguridad. Motivador, convincente.  Mentalización: estar por encima de los rivales políticos)

¡Valencianos! En esta época chabacana donde todo es objeto de negocio, donde se ansía la popularidad y donde los adinerados dedican el tiempo libre a connivencias político-empresariales, vive nuestra Comunitat el prestigio de la fanfarronería, las ventajas de la  irreflexión y el éxito de la insensatez.
Nuestras siniestras sedes políticas abiertas a toda servidumbre dispuesta a triunfar mediante la fatuidad y la impostura, nos han brindado serviles mandatarios capaces de aplaudir sus miserias en tanto encuentran placer en la hipocresía, líderes cuyo carácter débil, mezquino y ruin, afortunadamente nos ha aportado modernidad, prosperidad y calidad de vida en esta nuestra Comunitat.

(Ligera pausa)

¡Sí! Gracias a escuelas financiadas por la trama del capital, impartimos en ellas la doctrina de los necios a cargo de distinguidos pícaros del peculio en su paroxismo por la ambición de poder, la más ardiente de todas las pasiones.
Así, obsequiamos el placer de oír platicar la indecencia encarnada en nuestros candidatos, gloriosos politicastros arribistas de verbo desenfrenado y lábil que deleitan con insufrible parlería nuestra abnegada y fiel parroquia, esta bendita feligresía que cada cuatro años nos quita el pecado del mundo a través de su bendición y su aleluya. ¡Sois vosotros, ciudadanos valencianos! ¡Gracias!

(Provocar primeros aplausos)

¡Valencianos! Indigna gentezuela, urdimbres inanes de horridos políticos al servicio del capital, luchamos sin tregua contra aquellos que quieren desacreditarnos, que ultrajan nuestros líderes acusándoles de privatizar la educación, la sanidad… de desamparar los servicios sociales… de dilapidar dinero público en grandes eventos o en infraestructuras megalómanas… de cobrar comisiones de empresarios… de robar el dinero de los valencianos aportando falsas grabaciones a los medios de comunicación…  y de tantas más acusaciones que atentan contra el bien común y el estado de bienestar en esta nuestra gloriosa Comunitat. ¡Valencianos! ¡Dadnos vuestro apoyo una vez más! ¡Luchemos contra esta lacra de rojos y catalanistas!

(Provocar más aplausos)

Para tal menester, furibundos e impertérritos políticos dirigidos por acaudalados empresarios capitalistas, hacen posible que sus locuras se conviertan en la opinión de la mayoría de los valencianos, todo ello “amenizado” con la gran orquesta atávico-nepotista del régimen de la abogacía y la jurisprudencia, que con el tesón y denuedo de su retórica leguleya, cubren nuestras infamias sociales con sus togas en nombre de una “mayor dimensión de la libertad de expresión en el ejercicio de la acción política”.

¡Ved, valencianos, el resultado de esta deleznable pero vital línea política basada en la monetización de todo ámbito y el predominio del dinero sobre el ser humano!

¡Ved, valencianos, el producto de este incurioso pero necesario “modelo político” que hace del negocio fuente y origen de nuestro credo!… (Pícara mueca) y el de otros:

(En voz alta, con energía, sin pausa)

Gürtel! Noos! Palma Arena! Brugal! Andratx! Umbra! Poniente! Astapa! Minutas! Malaya! Voltor! Unió Mallorquina! Los Ere! Carlos Fabra! Emarsa! Cooperación! Pretoria! Palau! Mercurio! Clotilde! ITV! Baltar! Conde Roa! Pokémon! Emperador! Amnistía fiscal! Papeles de Bárcenas! ¡Y más que vendrán con vuestro apoyo!

(Larga ovación… Ejercicio de respiración)

¡De acuerdo! Nuestras toneladas de hormigón habrán destrozado el patrimonio natural, privatizado puertos, devastado montañas, campos, litoral…
¡Sí! Pero ha sido este despotismo urbanístico que ha quebrado nuestro hábitat, motor económico de esta nuestra Comunitat, aquello que ha generado riqueza, éxito, progreso, bienestar y felicidad para todos los valencianos. Y esto hemos de agradecerlo a nuestros ínclitos empresarios y sus sórdidas empresas privadas que, sin ningún género de duda, tienen todo el derecho de enriquecerse a costa de la salud pública; tienen todo el derecho, con la aquiescencia de nuestras instituciones, de promocionar  megalomanías como la Fórmula I, America’s Cup o aeropuertos sin vuelos, en detrimento de esas miles de personas dependientes que son desdeñadas o niños que tiritan de frío entre las goteras y charcas de centenares de barracones escolares… ¡Es necesario todo esto, repito, por el bien común y la calidad de vida de la mayoría de ciudadanos de esta nuestra Comunitat!

(Guiños hacia las empresas constructoras, cualquier ocurrencia, breve. Breve pausa)

En el súmmum de la deshumanización, de la desvergüenza e ignominia de nuestros esperpénticos personajillos de carca ralea, fachenda facha  y engominados moños, radica, valencianos, el éxito de nuestros proyectos. Por eso tenemos vuestro apoyo, vuestra confianza. Por eso recibimos con gozo vuestra loa. Por eso, valencianos, clamemos con orgullo todos juntos: ¡Es la hora de los enanos!

(Animar a contar en voz alta a modo de festival todos juntos, bailando y alternando mirada 180º)

Mil! dos-mil! sinc-mil! nou-mil! doche-mil! … ¡dos millons de peles!

(Regocijos, aplausos, se dispara una breve mascletà. Ejercicio de respiración)

¡Sí! Hemos envenenado esta nuestra sociedad en pro del futuro de nuestros hijos, un futuro venturoso, un futuro de productividad, de explotación, de contaminación, de competitividad, de consumo, de exterminio de recursos, de especies, de culturas, de hábitats…
Este modelo de mundo globalizado y capitalista ha de perpetuarse por el bien de la humanidad y, ¡En ello estamos! Nuestras jóvenes generaciones de políticos profesionales defenderán las bondades del TTIP y su crecimiento continuo e indefinido que garantizará el trabajo para todo el mundo.
Ah!... esos rojillos ecologistas dicen: “El mundo capitalista no sólo va montado sobre la espalda del tigre, sino también participa de su ritmo depredador. Y no quiere (tampoco puede) bajarse de él, le devoraría. Sin embargo, al tigre le queda poca comida, ¿Qué hará cuando no tenga qué comer?”
¡Valencianos, ni caso! Estos marxistas nos quieren amedrantar con sus locuras persecutorias cuyo único fin es tomar el poder e implantar un régimen chavista y bolivariano. ¡No lo vamos a consentir!

(Inflexible y decidido, repetir la negación. Provocar las masas, enervar. Pausa. Ejercicio de respiración)

¡Valencianos! Nuestros infames corruptos merecen la circunspección y la fama... ¡Bravo por nuestros políticos ejemplares! Pues por ello les contratan multinacionales. ¡Insuperables en mordidas! ¡Insignes recaudadores vía comisiones! ¿Cómo, sino, financiaríamos nuestra estructura jerárquica? ¡Sí! ¡Son nuestros corruptos!

(Grandes aplausos)

¡Arribistas, granujas, pusilánimes, necios y atrevidos pedantes son el futuro de esta democracia de mercado paradigma de sociedades modernas y avanzadas!

(Más aplausos)

La “Palabra”, valencianos, es el alma de la política, aquello por lo cual la sociedad es persuadida en nombre de la honestidad, la decencia, la virtud y el trabajo. Así pues, es “nuestra Palabra” que vive en ambientes triviales donde el fracaso escolar y los paupérrimos niveles de educación alcanzan su plenitud, la que ha llevado con su praxis a liderar la modernidad,  prosperidad y vanguardia en esta nuestra Comunitat… ¡Y no me cansaré de anunciarlo! ¡Porque es verdad! ¡Realidad! ¡Empírica pura!

(Larga ovación)

Por ello, valencianos, y con la inestimable ayuda de nuestros patrocinados y fieles medios de comunicación repletos de presuntos profesionales, os pedimos confiéis una vez más en nosotros, vuestros representantes. Ya nos conocéis y sabéis cómo actuamos, es por esta razón que estamos seguros no nos fallaréis porque, vosotros, la sociedad valenciana, ¡Sois el reflejo de nuestro comportamiento, de nuestras ideas e ideales!

(Gran ovación)

Con absoluta seguridad, ¡Ganaremos otra vez!  Porque tenemos “Correa” para rato. ¡NEM A UAÑAR!

(Apoteosis)

(Himno Regional y gran mascletá.  Salen dos falleras con una gran paella cartón-piedra en alza por asa,  detrás, el líder y la lideresa claman al unísono):

¡BISCA LA COMUNITAT! ¡BISCA EL CALORET! ¡BISCA BALÉNSIA! ¡GRÁSIES BALENSIANS!


(Se cierra con la melodía del partido a tope de decibelios. Si se sale airoso, se ha conseguido el fin. Enhorabuena)